por Consuelo Summers | Coach, Trainer & Speaker
Vivimos tiempos de encierro. La pandemia nos tiene hace más de 115 días recluidos en nuestros hogares. En ese encierro podemos caer en hábitos que no sumen. Como el hecho de encerrarse aún más y vivir en ambientes viciados. Viciados en muchos sentidos.
Hoy pensaba en la importancia de la ventilación en el lugar donde habitamos dado que, de lo contrario, nuestra calidad de vida se verá afectada. Sobre todo en días de cuarentena en los cuales en muchos casos compartimos con nuestras familias días enteros sin salir a ningún lado, encerrados en nuestros hogares. Más aún en días fríos de invierno que invitan a cerrar ventanas y maximizar el calor del hogar. Sin embargo, más allá de la temperatura y la época del año, haga frío o calor, ventilar es clave sobre todo a nivel energético que circule el aire y lo renovemos.
¿Para qué ventilar? La mayoría de las personas desconoce o no tiene presente la cantidad de contaminantes que hay en los interiores donde habitamos. Existe una relación directa entre una correcta ventilación de los ambientes y la prevención de enfermedades respiratorias. Ventilar nos brindará muchos beneficios. Muchas veces las personas se olvidan de la cantidad de contaminantes que son caldo de cultivo en los interiores de nuestros hogares si no ventilamos con frecuencia. En el aire hay miles de partículas en suspensión como polvo, polen, ácaros, pelo, etc.; más aún si hay animales en el hogar. También encontramos contaminantes químicos como el dióxido de carbono y otros producidos por la combustión de diversos artefactos a gas, chimeneas, humo de cigarrillo, etc. A su vez, hay agentes biológicos como bacterias, virus y hongos que se adhieren a las partículas en suspensión y pueden provocar enfermedades respiratorias. Por estos motivos, es fundamental renovar el aire evitando una serie de enfermedades que pueden surgir por habitar en aires viciados.
Esto también aplica incluso al transporte público. Cuántas veces nos subimos a un colectivo, subte o tren y es como una pared que se nos viene encima por la falta de aire que hay en el interior. Abran las ventanas y que circule el aire! De lo contrario estaremos aspirando el dióxido de carbono y una cantidad de virus y bacterias del ambiente y de las personas alrededor.
Yo soy partidaria de ventilar temprano a la mañana como parte de la rutina de prepararme para un día productivo. La actitud hace la diferencia! Además porque la contaminación del aire en el exterior es menor y porque, después de toda la noche con las ventanas cerradas, el nivel de dióxido de carbono en el interior es mayor y hace que el ambiente sea poco saludable.
Ventilar los ambientes, dejar correr el aire, renovarlo, potenciará nuestra claridad mental, despejará ideas y así seremos más productivos y hasta incluso podremos conciliar mejor el sueño. Al abrir las ventanas y sentir el aire fresco que ingresa temprano a la mañana conecta con la sensación de renovación, de fluidez, de movimiento.
Más allá de los sistemas de ventilación que cada vivienda puede tener, presten atención a la calidad del aire que respiran y las consecuencias de vivir en ambientes encerrados. Lo ideal para mantener un hogar saludable es abrir las ventanas todos los días durante al menos media hora para que circule el aire y se renueve. Si quieren ser productivos y potenciar su creatividad, eviten los ambientes abombados y cerrados. Dejen circular el aire y renueven la energía! Verán cómo todo fluye de una manera más armoniosa impactando positivamente en sus pensamientos y acciones.
Conecten con actividades que les hagan ventilar su mente también. Qué podrían estar haciendo para cambiar “su aire”? Yo recomiendo hacer todos los días alguna actividad por uno mismo y también por otro/s. Puede ser un mínimo detalle pero que hace una gran diferencia… algo que sea como un mimo al alma… un momento de meditación… una buena charla con alguien querido… escribir… sentarse a tomar algo mirando la nada misma… leer un capítulo de ese libro que echa raíces en la mesa de luz… hacer yoga o ejercicio físico que renueve la mente y cuerpo… jugar algún juego de mesa… quizás un juego de cartas o armar un rompecabezas… poner música que haga vibrar e invite a bailar… darse un baño de inmersión… cocinar algo rico y diferente… hacer esa visita telefónica a ese amigo que hace rato que no se lo ve… fíjense cómo podrían cambiar su aire a pesar de la reclusión. En cuanto a ayudar a otros, el universo nos brinda constantemente oportunidades de este tipo. Solo es cuestión de estar bien atentos, con la mente despejada para verlas y colaborar de manera desinteresada. Eso también renueva energía y nos empodera para sortear desafíos mayores.
Que tengan una linda semana ventilada, sintiendo la fluidez del aire, la mente fresca, el disfrute de los pequeños detalles, el impulso hacia adelante y el cumplimiento de alguna meta. A pensar con claridad y aire fresco! Y ustedes, qué hacen para ventilar(se)?
por Consuelo Summers ©2020
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